Descripción general
La lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es el desgarro o esguince de ese ligamento, que es una de las fuertes cuerdas de tejido que ayudan a conectar el fémur con la tibia. Los ligamentos cruzados controlan el movimiento de su rodilla hacia atrás y hacia adelante. Las lesiones del ligamento cruzado anterior comúnmente se producen durante la práctica de deportes que implican detenerse o cambiar de dirección en forma repentina, saltar y aterrizar. Los atletas que participan en deportes de alta demanda como el fútbol, fútbol americano y baloncesto tienen más probabilidad de lesionarse los ligamentos cruzados anteriores. Muchas personas escuchan un chasquido en la rodilla cuando ocurre una lesión del ligamento cruzado anterior. Es posible que se te hinche la rodilla, que te sientas inestable y que te duela mucho soportar peso. Según la gravedad de la lesión del ligamento cruzado anterior, el tratamiento puede constar de descanso y ejercicios de rehabilitación para ayudarte a recuperar la fuerza y la estabilidad, o una cirugía de reemplazo del ligamento desgarrado seguida de rehabilitación.
CausasEl ligamento cruzado anterior puede lesionarse de varias maneras:
- Reducir la velocidad y cambiar de dirección de manera brusca y repentina deteniéndose súbitamente
- Aterrizando incorrectamente de un salto
- Por contacto directo o colisión
- Girar con el pie firmemente apoyado
Varios estudios han demostrado que las mujeres atletas tienen una incidencia mayor de lesiones del LCA que los hombres atletas en determinados deportes. Se ha sugerido que se deben diferencias en el estado físico, la fortaleza muscular y el control neuromuscular. Otras causas sugeridas incluyen diferencias en la alineación de la pelvis y extremidad inferior (pierna), mayor holgura en los ligamentos, y efectos de los estrógenos en las propiedades de los ligamentos.
Los signos y síntomas referidos por los pacientes con una lesión del ligamento cruzado anterior suelen ser:
- Sensación de “chasquido” o “crujido” en la rodilla.
- Dolor profundo en la rodilla, a la presión a lo largo de la línea articular
- Pérdida del rango completo de movimiento
- Hinchazón inmediata (70%) con hemartros (sangre en el interior de la rodilla).
- Sensación de inestabilidad “se le va la rodilla” al soportar peso.
Se debe consultar al médico si la rodilla esta dolorida o hinchada, o si no puede moverla de la manera habitual.
Durante la exploración física, el médico te examinará la rodilla para detectar hinchazón y puntos dolorosos, al comparar la rodilla lesionada con la sana. También puede realizar una variedad de posiciones para evaluar la amplitud de movimiento y el funcionamiento general de la articulación.
Existen una seria de pruebas que orientan el diagnostico de desgarros del LCA:
Prueba de Lachman: Se lleva a cabo con el paciente en decúbito supino, con la rodilla en flexión de 20-30o. No hay rotación; se estabiliza el fémur con una mano y con la otra se aplica una fuerza con dirección anterior sobre la tibia. Se debe comprobar el desplazamiento entre ambos huesos.4
Prueba de cajón: Se realiza con la rodilla en flexión de 90o, la cadera en 45o y el pie fijo. Se aplica fuerza al realizar un movimiento de tracción anterior.
Prueba de pivote: con la rodilla en completa extensión, se aplica valgo y una rotación medial, se flexiona la rodilla y, posteriormente, se lleva a extensión completa de nuevo. En caso de un LCA roto, se puede percibir un chasquido característico.
Con frecuencia, el diagnóstico puede realizarse únicamente sobre la base de la exploración física, pero es posible que necesites pruebas para descartar otras causas y determinar la gravedad de la lesión. Estas son algunas de las pruebas:
- Radiografías. A menudo son normales, pero en ocasiones se puede observar una fractura por avulsión de la tibia lateral proximal (Fractura de Segond).
- Resonancia magnética. una resonancia magnética puede mostrar la extensión de la lesión del ligamento cruzado anterior y los signos de daños a otros tejidos de la rodilla, incluyendo el cartílago.
Un LCA roto no cicatrizara por sí solo, pero, además del tipo de desgarro o rotura que usted tenga, su edad, nivel de actividad y cualquier lesión relacionada serán factores que influirán en su plan de tratamiento.
El protocolo RICE es efectivo para la mayoría de las lesiones relacionadas al deporte. RICE es la sigla del inglés que significa R=Reposo, I=Hielo, C=Compresión y E=Elevación.
- R =Reposo. Deje por un tiempo la actividad que causó la lesión.
- I = Hielo. Use paquetes fríos durante 20 minutos cada vez, varias veces al día. No aplique hielo directamente sobre la piel.
- C = Compresión. Usando un vendaje elástico para prevenir hinchazón adicional
- E = Elevación. Para reducir la inflamación, reclínese cuando descanse y ponga su pierna en alto por encima del nivel de su corazón.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos reducen el dolor y la inflamación.
La fisioterapia ayuda a fortalecer los músculos que rodean la rodilla y también la musculatura de las piernas para ayudar a estabilizar y sostener la articulación de la rodilla. La fisioterapia esta indicada en pacientes con baja demanda funcional o atletas recreativos que no participan en deportes de contacto o competición.
Es posible que el médico recomiende cirugía en los siguientes casos:
- Eres deportista y quieres continuar practicando tu deporte, sobre todo si implica saltos, movimientos bruscos y giros.
- Más de un ligamento o el cartílago fibroso de la rodilla también están dañados.
- La lesión provoca que la rodilla sea inestable durante las actividades cotidianas.
por lo general la cirugía no se hace inmediatamente. Esta demora da una oportunidad para resolver la inflamación, y permite un regreso del movimiento antes de la cirugía. Realizar una reconstrucción del LCA muy precoz aumenta el riesgo de artrofibrosis, o la formación de cicatriz en la articulación, lo que arriesgaría una pérdida del movimiento de la rodilla.
La mayoría de los desgarros del LCA no pueden volver a unirse con sutura. Para reparar quirúrgicamente el LCA y restaurar la estabilidad de la rodilla, el ligamento debe ser reconstruido. Su médico reemplazará su ligamento desgarrado con un injerto de tejido. El cirujano utilizará como injerto, un pedazo de tendón de otra parte de la rodilla (tendón rotuliano, isquitobiales o cuádriceps) o un tendón de un donante fallecido (Aloinjerto).
Toma tiempo para que el tejido vuelva a crecer, por lo que podrían pasar seis meses o más antes que un atleta pueda retomar los deportes después de la cirugía.
Después de la cirugía, se inicia otro período de rehabilitación. A menudo, la reconstrucción exitosa del ligamento cruzado anterior, junto con una rehabilitación rigurosa, pueden restaurar la estabilidad y la función de la rodilla.
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